Languidece agosto y a los pasillos del Ceuta Center, donde tiene su sala de máquinas la Consejería de Hacienda y su titular, Kissy Chandiramani (Ceuta, 1979), les faltan unos días para recuperar su ritmo habitual. La miembro del Ejecutivo local encargada de la caja lleva ya días, tras un breve parón vacacional, haciendo números y llamadas para preparar el curso. “Vienen curvas”, repite varias veces citando a la vicepresidenta del Gobierno central, Nadia Calviño, mientras prepara un año político con los exámenes anuales de Presupuestos a la vuelta de la esquina, más complicados que nunca esta legislatura sin mayoría absoluta, y otea la reválida en las urnas de mayo.
– La propuesta de proyectos estratégicos [nuevo puerto deportivo, escuela de pilotos de helicópteros y, al final, Ciudad de la FP] sí fue suya…
– Sí, pero no entran en los PERTE a los que nos han dicho que nos presentemos, así que hemos pedido que, al albur del Plan Estratégico que se prevé presentar en breve, se incluya uno específico para Ceuta en el que incluir proyectos como el de la Ciudad de la FP. Tenemos que trabajar en retener talento para formarlo y que sea la base del crecimiento de Ceuta. Toda la estrategia de apuesta por el sector tecnológico nos puede ayudar a conseguirlo.
– Pues los jóvenes caballas parecen tener la vista más puesta al otro lado del Estrecho…
– Si somos capaces de hacer ver a los jóvenes que aquí hay oportunidades formación y de encontrar salidas profesionales acordes con sus expectativas, lograremos retener su talento. Estamos poniendo las bases de una estrategia económica diferente empujados en parte por el cierre de la frontera, que nos hizo mirar a otros sectores. Pero también la pandemia y todos los avances tecnológicos que ha insertado en nuestra rutina diaria.
– Muchas veces se han anunciado en falso proyectos como los de call center, con capacidad para generar más puestos de trabajo y menos exigencias formativas. ¿Esta vez sí?
– Hay dos empresas cuyos proyectos ya hemos presentado, pero hay otros. En algunos casos no quieren aparecer públicamente aún, pero llevamos meses trabajando. Ya hemos empezado a formar talento porque tenemos gente joven y con ganas. Nosotros ponemos los medios a nuestro alcance para que esas empresas se instalen y generen más oportunidades.
– Si las cosas van bien necesitarán espacio… ¿Tiene algún plan para los polígonos del Tarajal?
– Ahí vamos a necesitar espacio para el Punto de Inspección Fiscal de la futura aduana comercial. Creemos que es un emplazamiento idóneo. El resto se puede reconvertir para empresas tecnológicas que quieran implantarse como, por ejemplo, esos centros de atención telefónica al cliente que sean intensivos en mano de obra.
– ¿Replicará la estrategia seguida con el sector del juego?
– Yo siempre digo que lo importante es que venga una y vea que somos una ciudad con servicios públicos adecuados equiparables al resto de España, con talento, con espacio, con buenas comunicaciones para las personas y los datos, con un REF atractivo y seguridad jurídica porque ni somos ni queremos ser un paraíso fiscal… Solo encuentro fortalezas en Ceuta para convertirnos en ese polo tecnológico que puede llegar a ser y por el que trabajamos. En el Parque Tecnológico de Málaga hace 20 años hubo visionarios que creyeron en el espacio en el que hoy trabajan 40.000 personas.
– ¿Nuestra réplica se levantaría en el Tarajal…?
– Pueden ser los polígonos. Y la ampliación del Puerto. Ahí hemos apostado por proyectos tecnológicos y energéticos. Queremos un centro de transferencia tecnológica en el que participe la UGR, la Fundación INCYDE… Algo parecido al Open Future, del que ya han salido 16 empresas, iniciativas muy interesantes como la que tiene que ver con el Laboratorio del Movimiento Humano o los turísticos que ya están vendiendo a entidades de fuera. Está todo incipiente, pero hay que contarlo y creérselo mucho. Este es un tren que pasa pocas veces. Con el juego lo hemos conseguido y ahora hay que seguir ampliando horizontes. El sector que más ha echado raíces nos ayuda porque entre los empresarios se van creando sinergias y aparecen embajadores que cuentan qué ofrecemos y cómo. Hay un intangible, la confianza en Ceuta, no solo en la institución, en el conjunto de la ciudad, que debemos cuidar porque, como la convivencia, es nuestro mayor tesoro. elfarodeceuta